ROY LEE: el GURÚ del J-HORROR en HOLLYWOOD!

A través de los años, Hollywood ha producido incontables remakes de películas europeas, y detrás de su éxito ha estado la gente con la visión y la capacidad que apoyaron el movimiento y lo han establecido como un negocio viable en la industria del cine.

Uno de los responsables del fenomenal auge de las películas japonesas de horror, es Roy Lee, quien sirve como intermediario entre los cineastas japoneses, comprando los derechos para rehacer las películas japonesas de horror para venderlas a los estudios norteamericanos. Él ha comprado los derechos para las películas tales como Ringu, Dark Water, Kansen y Yogen.

“La idea de una vida estable no me gustaba,” dice Lee, “decidí vivir de manera excitante.” Abandonando una carrera como abogado, se fue a Los Ángeles con apenas su automóvil, buscando que papel podría desempeñar en la industria del cine. Él cuenta que todo sucedió al mirar una videocinta de la película japonesa Ringu dirigida por Hideo Nakata que un amigo le había prestado y cuando la vio sintió una sacudida eléctrica. “Era en verdad sensacional. Me convencí que la película podría ser un gran éxito en los Estados Unidos y eso podría hacerlo yo.”

“Shutter”, Thailand

“Gin Gwai”, Hong Kong

“Oldboy”, Korea.

Comenzó investigando como podría hacer que la historia fuera más fácil de entender para las audiencias norteamericanas, monto algunas estrategias de mercadeo y estudio diversos panoramas para poder realizar ajustes para ayudar a la audiencia a relacionarse con la historia, pese a no tener conocimiento sobre las costumbres y la cultura japonesa. Además, el argumento fue simplificado para hacer la historia más lógica. Fuerte en sus convicciones sobre su potencial, negoció un reparto con el estudio de DreamWorks de Steven Spielberg.

“A diferencia de las películas americanas de horror donde la sangre derramada, esta llena de imágenes impactantes, las películas del J-horror son caracterizadas por las historias que levantan gradualmente el nivel del miedo psicológico mientras se revelan a si mismas. Ringu me impresionó por la misma manera que cuando miré mi película preferida absoluta del horror: El Exorcista. Sin embargo me convencí de que parecería muy fresca a las audiencias americanas.”

Él tenía razón, y con su creencia y estrategia de negocios detrás de él, Ringu fue rehecho, apengandoce de la mejor manera posible a la novela de Koji Suzuki. Lanzada en los Estados Unidos como The Ring, y el resultado fue un mayor éxito que el que cualquier persona esperaba, recaudando en total casi $130 millones hasta la fecha.

“Algunas personas opinan que el J-horror y su auge es el resultado de una escasez de ideas eficaces en Hollywood, pero no pienso así. La calidad de las películas japonesas ha alcanzado un nivel que en la actualidad es muy competitivo. Esto y un número de otros factores vinieron juntos y Hollywood que está buscando siempre las películas interesantes, abrió sus puertas de par en par.”

Lee sabe exactamente el potencial de las películas provenientes de Asia, Japón, Corea, y Tailandia, y entonces propone y negocia rehacer proyectos con los principales estudios de esos mercados. Todas las películas que él ha manejado se han convertido en grandes golpes en la taquilla y actualmente se ha convertido en el principal productor en la industria de este tipo de películas.

Hablando de su experiencia en la industria del cine en Hollywood él recurre a las anécdotas: “Cuando demostré la versión japonesa original de The Grudge a Sam Raimi, director de Spiderman, dijo que él nunca había visto una película tan aterrorizante, por lo tanto decidió adquirir los derechos para producir una adaptación al mercado americano.

Puesto que Raimi deseó mantener la película tan fiel a la original como fuera posible, él quizo traer su director japonés, Takashi Shimizu, para que también dirigiera la versión americana. “En este sentido, pienso que es una película muy importante debido a su proceso de producción común entre Japón y los E.E.U.U. y es una clara muestra del potencial del cine de horror japonés“